La Mesa de Contratación adjudica por unos 28.000 euros un servicio para reducir el número de cotorras en Getafe
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(FOTO: ALEX CASTELLANO) |
La Mesa de Contratación del Ayuntamiento ha adjudicado por unos 28.000 euros el control y gestión de las poblaciones de cotorras, interviniendo en los lugares de nidificación y reduciendo el número de individuos durante todo el año y de forma continua, dada su alta tasa de reproducción y su gran adaptabilidad.
Según el expediente de contratación al que ha tenido acceso El Periódico de Getafe, supone una baja del 41,03% con respecto al presupuesto base de licitación, con un plazo de duración y ejecución del contrato de un año, contado desde el 21 de octubre de 2025 (o desde el día siguiente a su formalización si la misma se produce con posterioridad a dicha fecha), y con las demás condiciones establecidas en el pliego de prescripciones técnicas y de cláusulas administrativas particulares que rigen esta contratación.
También con una serie de mejoras ofrecidas y aceptadas como el uso de técnica de salobre como método prioritario para captura de adultos de cotorras en nido con dispositivo a distancia y en horario nocturno con todos los materiales que ello comporta, incluido pértiga que permita la captura de adultos en nido hasta una longitud de 15 metros. Además, utilizará el uso de técnica de captura de adultos mediante cebado y captura con red de libro o similar, actuando sobre las puestas de huevos con métodos de pinchado, parafinado, etc.
Con respecto al tratamiento y gestión de los animales capturados, al tratarse de una especie invasora no puede ser reintroducida en el medio natural, por lo que “deberán sacrificarse con métodos que no contravengan la normativa sobre bienestar animal”. Previo al sacrificio, el contratista deberá aportar la documentación necesaria que “justifique el cumplimiento de la normativa vigente respecto al sacrificio, métodos, traslados y gestión de cadáveres”.
Una vez ejercido el control sobre la población de adultos, nidos y puestas se realizará el apeo de nidos. No obstante, “si la presencia del nido puede suponer un riesgo para la seguridad vial, el ciudadano o cualquier infraestructura, éste se retirará a la mayor brevedad posible dejando la zona limpia y trasladando los restos vegetales a vertedero autorizado”.
Con la finalidad de conocer el número de ejemplares de cotorras y de los nidos existentes, el contratista deberá de realizar un diagnóstico de la situación inicial en la que se encuentran estas poblaciones (en el plazo máximo de un mes desde la formalización del contrato), emplazamiento y distribución de la población, especies vegetales o espacios sobre las que se asientan, “número de apoyos, número de nidos, número de cámaras y número estimado de individuos, áreas de alimentación, zonas de dormitorio, así como los factores que favorecen su proliferación”.
La cotorra argentina se encuentra incluida en el catálogo de especies invasoras y sus nidos construidos en árboles o en estructuras artificiales “resultan peligrosos” por el riesgo de caída de los nidos, debido al gran volumen y peso que pueden alcanzar, además de las molestias a los vecinos por los ruidos y deyecciones, así como la posible transmisión de enfermedades y su capacidad para colonizar nichos ecológicos y desplazar a otras especies de fauna autóctona. La cotorra de Kramer utiliza oquedades que también utilizan como cría otras especies autóctonas como gorriones, vencejos o murciélagos, “por lo que las desplaza, pudiendo además herirlas o matarlas”.