Deficiencias en el nuevo CEE

Solicitan la subsanación de las deficiencias detectadas en el nuevo colegio de educación especial del Sector III

Ahora Getafe ha solicitado este martes al Gobierno municipal el acondicionamiento y subsanación de las deficiencias detectadas en el nuevo colegio de educación especial Ramón y Cajal que abrió el pasado mes de noviembre sin estar totalmente terminado en el barrio del Sector III.

Según Ahora Getafe, al abrir el centro antes de terminar las obras, ha provocado que las zonas comunes exteriores “continúen teniendo numerosas deficiencias, lo que debería solucionarse cuanto antes puesto que en esas zonas los niños realizan actividades de desarrollo psicomotriz, habilidades psicosociales o esparcimiento personal y grupal, en contacto con su entorno y su grupo de iguales”.

Además, han pedido realizar una limpieza integral de los espacios exteriores, “al no haberse efectuado tras la obra de remodelación, en la que se quiten las ramas tiradas, desperdicios, restos de escombros de obra o piedras, así como eliminar los tocones de los árboles que han sido talados, para permitir el desplazamiento de todos los alumnos, independientemente de su capacidad motora”.

También consideran necesario elevar la valla de la parte trasera del centro para evitar que “los alumnos con mayor tendencia a asumir conductas escapistas de riesgo puedan escaparse o sufrir algún riesgo, y eliminar los poyetes de las jardineras, las piedras que éstas contienen, y demás estructuras con terminación picuda, ya que suponen un grave riesgo de accidente para el alumnado del centro”.

Asimismo, han pedido establecer medidas de convivencia en el barrio para evitar que “se cuelen personas en el recinto en horario no lectivo, dejando desperdicios, restos de suciedad y signos de haber hecho hogueras en el patio”.

“Hay que poner en marcha las medidas oportunas desde el Centro de Protección Animal Municipal para que puedan trasladar en condiciones adecuadas y protegidas a la manada de gatos que residen en el recinto, y a los que los vecinos del barrio les dispensan comida, ya que pueden provocar problemas de salud a los alumnos y alumnas que tienen alergias a determinados animales”, han concluido.

El Ayuntamiento remodeló el antiguo colegio Ramón y Cajal, que estaba abandonado y con numerosos desperfectos, con una inversión de 1,4 millones de euros para convertirlo en centro de educación especial.

El nuevo colegio cuenta con quince aulas de Educación Básica Obligatoria (EBO) para alumnos con deficiencia auditiva, talleres de Transición a la Vida Adulta (TVA), tres aulas infantiles con aseos incorporados, aseos y zonas de servicio, biblioteca, sala de fisioterapia, sala de música e informática, despachos, aulas de tutorías, zona de dirección, comedor y espacios anexos.