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| (FOTO: ALEX CASTELLANO).- |
El Ayuntamiento volverá a contratar a una empresa para el control y gestión de las poblaciones de cotorras, interviniendo en los lugares de nidificación y reduciendo el número de individuos durante todo el año y de forma continua, dada su alta tasa de reproducción y su gran adaptabilidad.
Según el expediente de contratación al que ha tenido acceso El Periódico de Getafe, con respecto al tratamiento y gestión de los animales capturados, al tratarse de una especie invasora no puede ser reintroducida en el medio natural, por lo que “deberán sacrificarse con métodos que no contravengan la normativa sobre bienestar animal”. Previo al sacrificio, el contratista deberá aportar la documentación necesaria que “justifique el cumplimiento de la normativa vigente respecto al sacrificio, métodos, traslados y gestión de cadáveres”.
Una vez ejercido el control sobre la población de adultos, nidos y puestas se realizará el apeo de nidos. No obstante, “si la presencia del nido puede suponer un riesgo para la seguridad vial, el ciudadano o cualquier infraestructura, éste se retirará a la mayor brevedad posible dejando la zona limpia y trasladando los restos vegetales a vertedero autorizado”.
Con la finalidad de conocer el número de ejemplares de cotorras y de los nidos existentes, el contratista deberá de realizar un diagnóstico de la situación inicial en la que se encuentran estas poblaciones (en el plazo máximo de un mes desde la formalización del contrato), emplazamiento y distribución de la población, especies vegetales o espacios sobre las que se asientan, “número de apoyos, número de nidos, número de cámaras y número estimado de individuos, áreas de alimentación, zonas de dormitorio, así como los factores que favorecen su proliferación”.
La cotorra argentina se encuentra incluida en el catálogo de especies invasoras y sus nidos construidos en árboles o en estructuras artificiales “resultan peligrosos” por el riesgo de caída de los nidos, debido al gran volumen y peso que pueden alcanzar, además de las molestias a los vecinos por los ruidos y deyecciones, así como la posible transmisión de enfermedades y su capacidad para colonizar nichos ecológicos y desplazar a otras especies de fauna autóctona. La cotorra de Kramer utiliza oquedades que también utilizan como cría otras especies autóctonas como gorriones, vencejos o murciélagos, “por lo que las desplaza, pudiendo además herirlas o matarlas”.
También se llevarán a cabo trabajos de captura de palomas mediante jaulas en localizaciones adecuadas y previsiblemente eficaces para tal fin, para que sean trasladadas a un palomar instalado en Getafe que no ejerza problemas a los vecinos y posteriormente a palomares ecológicos fuera del municipio.
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