El Pleno aprobará pedir construcciones “dignas” y no aulas prefabricadas en dos institutos y un colegio
El Ayuntamiento de Getafe reclamará a la Comunidad de Madrid que sustituya las aulas prefabricadas por construcciones “dignas” en los institutos Satafi y Elisa Soriano Fischer, así como en el colegio Julio Cortázar.
Así, el Pleno municipal aprobará el próximo 30 de enero una moción conjunta de de PSOE, Podemos y Más Madrid Compromiso con Getafe sobre la ejecución de las infraestructuras educativas necesarias para la calidad de los centros públicos en Getafe.
A su juicio, el modelo de construcción por fases provoca que “cohortes de alumnos terminen su ciclo educativo tanto en infantil, como primaria o secundaria, sin haber utilizado infraestructuras como gimnasios, bibliotecas o incluso aulas que son indispensables para cumplir con el derecho a la educación”.
En este sentido, han recordado que la construcción del instituto Elisa Soriano Fischer “está aún por concluir, quedando pendiente el gimnasio, que se halla en fase de ejecución y no podrá ser utilizado hasta el curso próximo, obligando así a que el alumnado de 4º de la ESO, que finaliza su etapa este curso 22-23, no haya podido utilizar el gimnasio de su instituto simplemente porque no existe”.
Además, este curso el instituto “ha sufrido” las obras de construcción de un aulario y pistas, mientras que “solo ha sido posible acoger a todo el alumnado gracias a aulas prefabricadas, signo incontrovertible de la precariedad a la que la Comunidad de Madrid somete a la educación pública”.
Según PSOE, Podemos y Más Madrid, tampoco se puede obviar que estas aulas prefabricadas existen también en el colegio Julio Cortázar y en el instituto Satafi, por lo que “no se puede permitir que sea ese el horizonte al que están abocados los derechos de los ciudadanos y los servicios públicos en la Comunidad de Madrid, que es el horizonte de la precariedad o la simple desaparición”.
Asimismo, “esta precariedad se manifiesta de manera muy evidente en el nivel de abandono de los institutos de secundaria, ahogados por unos presupuestos que no permiten a los equipos directivos más que sobrevivir al día a día, sin poder dedicar una cantidad razonable al mantenimiento, la mejora o la adaptación en particular de las infraestructuras”.