El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 31 de Madrid ha denegado la medida cautelar de suspensión de la ejecución del contrato para construir el nuevo centro acuático de San Isidro en Getafe, presentada por la UTE adjudicataria tras paralizarse las obras.
El auto del pasado 15 de diciembre, del que se ha dado cuenta en la Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Getafe, deniega la medida cautelar solicitada por la adjudicataria del contrato, en relación con la actuación impugnada a través de un recurso contencioso-administrativo, según el acta al que ha tenido acceso Europa Press. No obstante, contra esta resolución, que no es firme, cabe interponer recurso de apelación.
El pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento desestimó las alegaciones presentadas por la UTE contra la resolución del contrato y la incautación de la garantía, tras resolver el contrato “por concurrir la incapacidad sobrevenida de la UTE a consecuencia de la liquidación y disolución de la empresa que aportaba la solvencia en dicha contratación”.
Además, se fijaron los daños y perjuicios causados al Ayuntamiento, consistentes en el retraso acumulado en la ejecución de la obra por 97.293 euros y la nueva licitación por 114.500 euros, estableciendo como indemnización total la cuantía de 211.794 euros a cargo del contratista.
En septiembre de 2019 comenzaron las obras de la primera fase del centro acuático (que se paralizaron un año después) con un presupuesto de 4,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 11 meses que, además del centro acuático, contemplan salas polivalentes en las que se puedan recuperar actividades como la Oferta Física de Adultos, una zona de transición entre el parque de San Isidro con juegos deportivos de ocio saludable y la habilitación de una zona de aparcamiento.
El complejo contará con un gimnasio, fisioterapia y salas para otras actividades habituales, así como un pabellón que tendrá capacidad para más de 2.500 espectadores con gradas retráctiles que permitan su uso para varias actividades al mismo tiempo.
La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha presentado este lunes las principales características de la Zona de Bajas Emisiones que se activará en septiembre en modo de aviso, comenzando a multar a partir del 1 de enero de 2025. La Zona de Bajas Emisiones comprende los barrios de Centro y San Isidro, formando un área de poco más de un kilómetro cuadrado, que está delimitada por la calle Ilustración, calle Madrid, avenida Juan de la Cierva, M-406, calle Ferrocarril y Paseo de la Estación, aunque estas vías no se verán afectadas. Los empadronados en esta zona podrán acceder con cualquier vehículo y para el resto tendrán restricciones los vehículos sin distintivo ambiental, mientras que no tendrán ninguna las etiquetas Cero y Eco, y deberán pedir una autorización temporal por un año los distintivos B y C, siempre que estén domiciliados en Getafe. Para controlar los perímetros habrá 80 cámaras y otras 40 en los exteriores, así como 40 dispositivos portátiles para la Policía local y una web