Decenas de vecinos se manifiestan en la plaza del Ayuntamiento contra una planta de aguas residuales
Decenas de vecinos del barrio Perales del Río en Getafe se han manifestado este domingo hasta la plaza del Ayuntamiento para pedir a la alcaldesa, Sara Hernández, la paralización de las obras de una planta de bombeo de aguas residuales que el Ayuntamiento construye desde el pasado mes de septiembre junto a sus viviendas.
A la manifestación ha asistido el portavoz del PP de Getafe, Carlos González Pereira, para “apoyar a los vecinos de Perales del Río en sus justas reivindicaciones”, así como concejales de Vox.
El portavoz del PP ha lamentado no ver “a la alcaldesa de Getafe y a sus socios de Gobierno de Podemos dando la cara por sus vecinos, ya que están a otra cosa, repartiéndose los puestos y colocando la alfombra en sus despachos”.
Los manifestantes han partido desde la plaza del Ayuntamiento hasta la palza de La Cibelina y han retornado al punto de inicio, recorriendo la calle Madrid, bajo el lema ‘Por un Perales limpio y respirable. Por el futuro de nuestros hijos’.
Además, han mostrado varias pancartas en las que se podía leer ‘Ya somos la última meirda como para encima comérnosla’ o ‘Estación de aguas residuales lejos de las casas’.
Según los afectados, estas instalaciones “producen 80 decibelios de ruidos, proliferación de insectos, junto con los olores que generan el tratamiento de este tipo de aguas y que salen por las rejillas de ventilación, así como el almacenamiento de los gruesos que se arrastran por los colectores junto con las aguas fecales”.
Los vecinos del Caserío de Perales quieren que se construya la estación, ya que “es absolutamente necesaria, pero no a 50 metros de las viviendas, sino a un mínimo de 2 kilómetros de distancia de los núcleos de población como marca la ley”.
Desde la asociación de vecinos Caserío de Perales han señalado que han mantenido una reunión en el Ayuntamiento en la que les han asegurado que “no va a haber ni gases, ni contaminación, ya que todo el fluido que entre en la estación saldrá sin que se acumulen lodos y que lo que quedará serán residuos gruesos como ramas, botellas de plástico o papeles”.
Asimismo, les han trasladado que “los olores serán mínimos y el ruido inferior al de una aspiradora, por lo que a la distancia que estará apenas afectará a los vecinos”.