La Fundación Miguel Fisac exige al Ayuntamiento que retire la pintura del edificio diseñado por el arquitecto
La Fundación Miguel Fisac ha exigido al Ayuntamiento de Getafe la retirada de la pintura de la fachada de un edificio que diseñó el arquitecto hace 16 años, que ha quedado coloreado tras la reciente celebración de un festival de Arte Urbano en el polideportivo de La Alhóndiga.
El presidente de la Fundación, David Peris, ha asegurado a través de la web de la entidad que “asistimos en los últimos años a una fiebre de pintar paramentos y edificios como manifestaciones del arte urbano, promovido por ayuntamientos, concejalías y demás corporaciones con ayudas económicas e implicación de numerosos colectivos, y es bueno hacer una reflexión sobre estas actividades que, en la mayoría de los casos, están incidiendo negativa y gravemente en el patrimonio arquitectónico”.
Según Peris, la primera consideración es que “la mayoría de estas intervenciones ignoran el soporte sobre el que se realizan alterando gravemente su composición y por tanto sus valores estéticos esenciales, como en el pabellón polideportivo de Getafe en el que el colectivo Boamistura realizó una intervención en un proyecto realizado por Sara González, Blanca Aleixandre, Fernando Sánchez-Mora, Leonardo Oro y Miguel Fisac y que tiene en elementos como las fachadas o el uso de las grandes vigas pretensadas el sello de la presencia de Fisac”.
Al respecto, ha destacado que este pabellón polideportivo tiene en sus fachadas una composición y un ritmo definido por la presencia de la estructura vertical que marca la modulación del conjunto, modulación que se subraya con el vuelo de las grandes vigas de cubierta que definen formas que marcan la definición del edificio, pero “esta composición esencial en la definición de la arquitectura es olvidada totalmente en la intervención realizada que establece una continuidad del plano inferior con sus colores e incluso con un texto que se continúa a lo largo de todos los paramentos del edificio, con lo que se produce así una grave alteración de las formas del edificio, de sus equilibrios y composición general”.
En su opinión, “los añadidos de colores intensos que se han superpuesto en este caso al edificio como en la mayoría de estas actuaciones tienen una voluntad de llamar la atención desde la estridencia que se agota rápidamente y que tiene una escasa o nula cualificación”. “Las formas del hormigón conforman finalmente una textura sutil y peculiar para este Pabellón, que se altera gravemente con la presencia de colores diversos sobre la superficie de la misma”.
Peris ha apuntado que l”a reivindicación del equipo de arquitectos autores del proyecto de la vuelta atrás en la actuación debería ser secundada por los colegios de arquitectos, profesionales y ciudadanos que aprecian su patrimonio como propiedad colectiva que debemos conservar y mantener en sus auténticos valores”.
“La actuación, falta de una reflexión y análisis previo, ha producido un grave deterioro al edificio, pero al menos debemos tratar de corregirlo exigiendo la retirada de las pinturas sobre su superficie”, ha concluido.