Más de 2.400 pacientes han recibido un trasplante en los últimos cuatro años a través del Banco de Tejidos del Hospital de Getafe, principalmente injertos de piel en quemados.
Este servicio se encarga del procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución de tejidos a pacientes del Hospital y otros centros de la Comunidad de Madrid, cumpliendo “con garantías de calidad y seguridad”, según ha informado este jueves el centro hospitalario en un comunicado.
El Banco de Tejidos del Hospital de Getafe se creó en 1996 como Banco de Piel, ante la demanda del Servicio de Cirugía Plástica de disponer de injertos para tratar a pacientes quemados.
Desde entonces, ha ido aumentando la variedad de tejido disponible y actualmente distribuye piel, tejido oftálmico, membrana amniótica, tejido osteotendinoso y progenitores hematopoyéticos.
Durante los últimos 4 años, se han distribuido 138.000 centímetros cuadrados de piel a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital para el tratamiento de un total de 43 pacientes, “contribuyendo a mejorar su recuperación e incluso a salvar su vida”.
En los pacientes grandes quemados, en los que las zonas donantes de autoinjertos son escasas, es frecuente el uso de homoinjertos procedente de la piel de donantes.
Sus usos más habituales son como cobertura temporal de las heridas que quedan tras eliminar quemaduras profundas extensas, para las que no se tiene suficiente cantidad de autoinjertos, o sobre mallas amplias de autoinjertos para protegerlos, evitando fundamentalmente la deshidratación y la infección.
Respecto al tejido oftálmico, se han distribuido 1.309 parches de membrana amniótica, 85 parches de esclera y 51 córneas, que han necesitado más de 1.400 pacientes para solucionar sus patologías oculares, recuperar su visión o evitar la pérdida del ojo.
Además, se ha precisado tejido osteotendinoso para más de 1.000 pacientes (735 huesos y 347 tendones) que han conseguido recuperar la movilidad de diferentes partes del cuerpo.
Los tendones son utilizados en cirugía reparadora tras casos de rotura de tendones y los huesos se utilizan en operaciones de Traumatología y Cirugía Ortopédica en las que se necesita un aporte de hueso, así como sustituciones de huesos en casos de cáncer (osteosarcoma) u otras patologías.