La alcaldesa pide la dimisión de Van Grieken por la situación del CEIP Miguel de Cervantes
Según la alcaldesa, “es un hecho constatable que los niños acuden cada día a este centro educativo limitado por vallas de obra, ruidos, polvo y vibraciones, que están teniendo serias consecuencias en el día a día del colegio, por lo que la realidad del centro es todo menos un entorno amable, tranquilo y, lo que es más grave, seguro”.
Por ello, ha lamentado que el consejero de Educación “diga que las reivindicaciones del AMPA del colegio no tienen razón, de ninguna de las maneras”, señalando también que “todas las acusaciones responden a intereses no educativos sino políticos”, mientras fuentes de la Consejería afirman que las circunstancias que se viven diariamente en el centro “son una situación normal”.
La alcaldesa ha calificado la respuesta que el consejero de Educación ha dado de “indigna de un representante público, que muestra la falta de respeto no solo al objeto de su labor, que es velar por que la escuela pública alcance las máximas cotas de calidad, sino también hacia las familias que de manera absolutamente justificada reclaman lo que como ciudadanos les corresponde, que es el cumplimiento de sus obligaciones por quien tiene las competencias educativas”.
También ha recordado que “a diario las familias de ese colegio exigen que sus hijos puedan acudir a un centro educativo digno, completo, seguro, con espacio para realizar todas las actividades propias de un centro educativo en condiciones óptimas para su desarrollo y no sumidos en un constante vaivén de traslados, adaptaciones de espacios y riesgos para la seguridad”.
La alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha pedido este jueves la dimisión del consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken, o en su defecto, que sea cesado, tras sus declaraciones sobre el CEIP Miguel de Cervantes en Getafe.
Según la alcaldesa, “es un hecho constatable que los niños acuden cada día a este centro educativo limitado por vallas de obra, ruidos, polvo y vibraciones, que están teniendo serias consecuencias en el día a día del colegio, por lo que la realidad del centro es todo menos un entorno amable, tranquilo y, lo que es más grave, seguro”.
Por ello, ha lamentado que el consejero de Educación “diga que las reivindicaciones del AMPA del colegio no tienen razón, de ninguna de las maneras”, señalando también que “todas las acusaciones responden a intereses no educativos sino políticos”, mientras fuentes de la Consejería afirman que las circunstancias que se viven diariamente en el centro “son una situación normal”.
La alcaldesa ha calificado la respuesta que el consejero de Educación ha dado de “indigna de un representante público, que muestra la falta de respeto no solo al objeto de su labor, que es velar por que la escuela pública alcance las máximas cotas de calidad, sino también hacia las familias que de manera absolutamente justificada reclaman lo que como ciudadanos les corresponde, que es el cumplimiento de sus obligaciones por quien tiene las competencias educativas”.
También ha recordado que “a diario las familias de ese colegio exigen que sus hijos puedan acudir a un centro educativo digno, completo, seguro, con espacio para realizar todas las actividades propias de un centro educativo en condiciones óptimas para su desarrollo y no sumidos en un constante vaivén de traslados, adaptaciones de espacios y riesgos para la seguridad”.