El Ayuntamiento convertirá en un espacio deportivo y cultural la plaza de toros que lleva dos años y medio cerrada
Hace un año y medio, un informe de los técnicos del Ayuntamiento indicaba que la plaza de toros presentaba vicios ocultos en la construcción que la hacían inservible y necesitaba arreglos por valor de 250.000 euros.
Un análisis de la funcionalidad del edificio y depuración de responsabilidades estableció que se había producido “la ruina de la obra, lo que la hacía inútil para la finalidad que es propia, ya que afecta a elementos esenciales de la construcción”.
Asimismo, los vicios ocultos de la construcción que han aparecido, se deben “al incumplimiento del contrato por parte del contratista y, aunque no suponen la ruina total del edificio, producen una merma en la funcionalidad del mismo”.
La ruina se ha manifestado durante el plazo de 15 años a contar desde la recepción de la plaza de toros, por lo que se estimaba que procedía iniciar la reclamación a la promotora y a la constructora por vicios ocultos.
Además, las obras de recuperación que harían falta consistirían en el desmontaje de las tres gradas, el saneado y limpieza de las gradas y de las zancas, eliminando las partes rotas y disgregadas, así como la colocación de puentes de unión a base de perfiles estructurales de acero, entre otros trabajos.
En el informe se estimaba como valoración previa de las obras a realizar un presupuesto de contrata de 250.000 euros, que incluía seguridad y salud, control de calidad y gestión de residuos, dejando claro que los plazos de puesta en funcionamiento de la instalación “serán cuando se dirima el contencioso administrativo trasladado a los servicios judiciales del Ayuntamiento”.
La plaza de toros se inauguró en 2004 con una capacidad para 5.000 espectadores y una inversión de unos 3 millones de euros, aunque dejó en 2013 de celebrar corridas de toros y en julio de 2015 la alcaldesa Sara Hernández anunció que no albergaría más conciertos por las protestas de los vecinos de los alrededores que se quejaban del ruido.
El Ayuntamiento de Getafe convertirá la plaza de toros, que lleva dos años y medio cerrada por deficiencias en su estructura, en un espacio deportivo y cultural, según ha anunciado este martes la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, durante su intervención en el Pleno sobre el Estado de la Ciudad donde ha repasado la gestión municipal.
Hace un año y medio, un informe de los técnicos del Ayuntamiento indicaba que la plaza de toros presentaba vicios ocultos en la construcción que la hacían inservible y necesitaba arreglos por valor de 250.000 euros.
Un análisis de la funcionalidad del edificio y depuración de responsabilidades estableció que se había producido “la ruina de la obra, lo que la hacía inútil para la finalidad que es propia, ya que afecta a elementos esenciales de la construcción”.
Asimismo, los vicios ocultos de la construcción que han aparecido, se deben “al incumplimiento del contrato por parte del contratista y, aunque no suponen la ruina total del edificio, producen una merma en la funcionalidad del mismo”.
La ruina se ha manifestado durante el plazo de 15 años a contar desde la recepción de la plaza de toros, por lo que se estimaba que procedía iniciar la reclamación a la promotora y a la constructora por vicios ocultos.
Además, las obras de recuperación que harían falta consistirían en el desmontaje de las tres gradas, el saneado y limpieza de las gradas y de las zancas, eliminando las partes rotas y disgregadas, así como la colocación de puentes de unión a base de perfiles estructurales de acero, entre otros trabajos.
En el informe se estimaba como valoración previa de las obras a realizar un presupuesto de contrata de 250.000 euros, que incluía seguridad y salud, control de calidad y gestión de residuos, dejando claro que los plazos de puesta en funcionamiento de la instalación “serán cuando se dirima el contencioso administrativo trasladado a los servicios judiciales del Ayuntamiento”.
La plaza de toros se inauguró en 2004 con una capacidad para 5.000 espectadores y una inversión de unos 3 millones de euros, aunque dejó en 2013 de celebrar corridas de toros y en julio de 2015 la alcaldesa Sara Hernández anunció que no albergaría más conciertos por las protestas de los vecinos de los alrededores que se quejaban del ruido.