La catedral acogerá del 7 de octubre al 17 de noviembre el VI Festival Internacional de Órgano
El primero de los conciertos lo ofrecerá el organista Enrique Martín Laguna, el domingo 7 de octubre, mientras que el sábado 20 de octubre será el turno de la organista belga Els Biesemans.
El domingo 28 de octubre actuará el organista holandés Sietze de Vries y el festival terminará con la interpretación de Daniel Oyarzabal y David Mayoral, el 17 de noviembre.
Este festival comenzó en 2012 en torno al entonces recién restaurado órgano barroco de la catedral de Getafe que llevaba casi un siglo sin funcionar, convertido en una referencia musical para la interpretación de la música antigua, especialmente la del Barroco español.
El órgano, finalizado por José Berdalonga en 1792, comenzó a construirse a mediados del siglo XVIII, y posteriormente sufrió varios deterioros durante la Guerra Civil, como la desaparición de la tubería y desperfectos en otros componentes técnicos.
Siguiendo procesos artesanales, se reconstruyeron los caños desaparecidos para lo que se utilizó plancha de estaño y plomo, mientras que la restauración de los elementos mecánicos de atracción de notas y de registros se limitó a la limpieza y consolidación del conjunto y a la reconstrucción de algunos elementos como el teclado y el fuelle.
La catedral Santa María Magdalena de Getafe acogerá del 7 de octubre al 17 de noviembre el VI Festival Internacional de Órgano, a través de cuatro conciertos que se celebrarán a las 20 horas con entrada gratuita hasta completar el aforo.
El primero de los conciertos lo ofrecerá el organista Enrique Martín Laguna, el domingo 7 de octubre, mientras que el sábado 20 de octubre será el turno de la organista belga Els Biesemans.
El domingo 28 de octubre actuará el organista holandés Sietze de Vries y el festival terminará con la interpretación de Daniel Oyarzabal y David Mayoral, el 17 de noviembre.
Este festival comenzó en 2012 en torno al entonces recién restaurado órgano barroco de la catedral de Getafe que llevaba casi un siglo sin funcionar, convertido en una referencia musical para la interpretación de la música antigua, especialmente la del Barroco español.
El órgano, finalizado por José Berdalonga en 1792, comenzó a construirse a mediados del siglo XVIII, y posteriormente sufrió varios deterioros durante la Guerra Civil, como la desaparición de la tubería y desperfectos en otros componentes técnicos.
Siguiendo procesos artesanales, se reconstruyeron los caños desaparecidos para lo que se utilizó plancha de estaño y plomo, mientras que la restauración de los elementos mecánicos de atracción de notas y de registros se limitó a la limpieza y consolidación del conjunto y a la reconstrucción de algunos elementos como el teclado y el fuelle.