Rouco Varela presidirá la clausura del proceso de canonización de la Madre María Josefa en el cerro
El cardenal Antonio María Rouco Varela presidirá el próximo miércoles 22 de octubre la clausura del proceso iniciado hace año y medio por la Diócesis de Getafe para la canonización de la Madre María Josefa del Corazón de Jesús que tendrá lugar en la iglesia de las Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles de Getafe.
El acto, que se celebrará a las 12 horas, finalizará con una eucaristía y significará que el proceso diocesano de la causa de canonización “pasará ya a Roma donde comenzará el estudio de las virtudes heroicas de la Sierva de Dios”, según han asegurado desde el Obispado de Getafe.
El cardenal Rouco Varela presidió también el 1 de junio de 2013 el acto de apertura del proceso de canonización de la Madre María Josefa, que nació en 1915 en Pamplona y en 1938 ingresó en la comunidad de Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles (instalada en el lugar de Las Batuecas), de la que era priora y maestra de novicias Santa Maravillas de Jesús.
Según la Diócesis de Getafe, durante toda su vida “practicó en sumo grado las virtudes de humildad, sencillez, olvido propio y una caridad que se extendía a todos, especialmente a los más necesitados, siendo una de las hijas predilectas de la Madre Maravillas”.
La Madre María Josefa, que falleció en 2004, fue priora del Cerro de Los Ángeles desde agosto de 1958 y “procuró con toda su alma que este lugar santo fuera un centro de espiritualidad que trajera muchas almas al Corazón de Jesús, empleando para ello todos los medios a su alcance”.
“Hija fiel de la Iglesia de Santa Teresa de Jesús trabajó cuanto pudo por conservar en toda su pureza la herencia que ella dejó a sus hijas, siguiendo las normas del Concilio Vaticano II, que manda volver a las fuentes y el espíritu de Los Fundadores, viajando hasta Roma para defender ante el Santo Padre el Tesoro de las Constituciones que aprobó un año más tarde, llenándola de emoción y de alegrías”, han apuntado desde la diócesis.
Por último, han señalado que “el Señor le concedió una inteligencia poco corriente pues sabía salir de las dificultades con un ingenio que dejaba asombrados a quienes la veían actuar, y todo el que la trataba salía de su presencia confortado, animado y muchas veces con el problema solucionado”.