Detenida una persona, que junto a otras 17, extraían material entre los restos de una nave abandonada
La Policía local de Getafe ha detenido a una persona, que junto a otras 17 que han sido identificadas, se encontraba extrayendo material entre los restos de una nave industrial abandonada en el polígono de Los Ángeles donde, desde hace más de un año, se vienen produciendo actuaciones de este tipo.
El concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Casarrubios, ha asegurado este jueves que la intervención policial ha contado con agentes destinados en los polígonos, apoyados por unidades polivalentes, para identificar a estas personas “que se encontraban presuntamente realizando un ilícito penal” y detener a uno de ellos por tener en vigor una orden de detención por robo con fuerza emitida por los Juzgados de Alcalá de Henares.
Posteriormente, personal de la empresa municipal de limpiezas (Lyma) y de la Delegación de Parques y Jardines han sellado con tierra y escombros los accesos a la nave, “intentando evitar la producción de ilícitos o graves accidentes a quienes acceden a las instalaciones”, según ha subrayado Casarrubios.
Hace diez días, la Policía local ya identificó a otras seis personas extrayendo materiales ilegalmente en otra nave abandonada del polígono industrial de Los Ángeles, donde pocos días antes se había electrocutado un joven que ingresó de gravedad en el Hospital de Getafe con quemaduras de segundo grado en los brazos, tras recibir una descarga eléctrica de 20.000 voltios al tocar el cableado de un centro de transformación de alta tensión.
A estas seis personas se les incautó el material que habían obtenido y se les desalojó de la zona, quedando los accesos a la nave, situada en la calle Las Hilanderas, cerrados y precintados.
Precisamente, la extracción furtiva de chatarra, que se viene produciendo en el polígono Los Ángeles, provocó hace un año una explosión de gas sin heridos al intentar varias personas arrancar una tubería en una nave abandonada situada en la calle Torneros.
Por aquel entonces se llegaron a identificar a 300 personas y se decomisaron unos 40 vehículos en poco más de un mes dentro de un dispositivo de vigilancia policial para evitar la extracción furtiva de chatarra en naves abandonadas, que en varios casos han acabado derruidas.