El Hospital de Getafe busca voluntarios en una investigación para mejorar la calidad de vida de los mayores
El objetivo principal es investigar si la discapacidad física puede prevenirse en personas mayores con fragilidad física y sarcopenia (pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza al envejecer o llevar una vida sedentaria).
El estudio europeo pretende evaluar la efectividad de los actuales programas sanitarios basados en la intervención mediante ejercicio físico y pautas de nutrición dirigidos a reducir la discapacidad y mejorar la movilidad en personas mayores.
Varios estudios científicos han demostrado recientemente que la actividad física puede minimizar los efectos fisiológicos del envejecimiento no exitoso, actuando sobre múltiples sistemas (cardiovascular, músculo esquelético o respiratorio) y mejorando la composición corporal.
Debido a estos efectos, el ejercicio físico consigue aumentar la esperanza de vida libre de discapacidad, promover la independencia y mejorar la calidad de vida.
Otro pilar fundamental para lograr un envejecimiento sano es seguir una nutrición equilibrada con el apropiado aporte necesario de proteínas, por lo que el proyecto SPRINTT evaluará la efectividad sobre la función física de los participantes de un programa de ejercicio físico multicomponente y consejo nutricional, comparado con un programa de educación en envejecimiento saludable.
Además, los investigadores desean conocer cómo influyen estos programas en otros dominios de la vida de los mayores como la esfera psicosocial, caídas o deterioro cognitivo, entre otros aspectos.
BÚSQUEDA DE VOLUNTARIOS
Los participantes en el estudio serán distribuidos al azar en dos grupos de intervención, siendo el primero un programa de educación en envejecimiento saludable basado en charlas participativas con el objetivo de fomentar el aprendizaje de estrategias, hábitos y cambios de comportamiento para mejorar la salud y mantener la calidad de vida (polifarmacia, actividades diarias, higiene, entrenamiento de capacidades cognitivas e introducción a las redes sociales).
El segundo es un programa de aumento de la capacidad funcional a través de entrenamiento aeróbico (caminar) y ejercicios de fuerza, flexibilidad y equilibrio, que se realiza dos días a la semana en el hospital (supervisado por un fisioterapeuta) y 3 ó 4 días en el domicilio de los participantes.
A este programa se añade, tras un estudio nutricional, un consejo nutricional en aquellos pacientes que lo precisan, para asegurar el adecuado aporte de proteínas.
Los participantes deben ser mayores de 70 años con sarcopenia y fragilidad física, siendo el estudio gratuito, voluntario y con posibilidad de retirarse cuando lo deseen, por lo que los interesados en participar pueden ponerse en contacto con la Secretaría de Geriatría del Hospital de Getafe.
Mediante el proyecto SPRINTT, por primera vez la Unión Europea apuesta por estrategias científicas concretas para luchar contra las principales consecuencias del envejecimiento no saludable y la mayoría de sus efectos discapacitantes, con el fin de garantizar la mayor independencia y una mayor calidad de vida en la edad avanzada.
El Hospital Universitario de Getafe y el Hospital Universitario Ramón y Cajal han puesto en marcha el Proyecto SPRINTT, un estudio científico en el que participan 18 centros de 9 países de la Unión Europea (UE) con un volumen de 1.500 pacientes para mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
El objetivo principal es investigar si la discapacidad física puede prevenirse en personas mayores con fragilidad física y sarcopenia (pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza al envejecer o llevar una vida sedentaria).
El estudio europeo pretende evaluar la efectividad de los actuales programas sanitarios basados en la intervención mediante ejercicio físico y pautas de nutrición dirigidos a reducir la discapacidad y mejorar la movilidad en personas mayores.
Varios estudios científicos han demostrado recientemente que la actividad física puede minimizar los efectos fisiológicos del envejecimiento no exitoso, actuando sobre múltiples sistemas (cardiovascular, músculo esquelético o respiratorio) y mejorando la composición corporal.
Debido a estos efectos, el ejercicio físico consigue aumentar la esperanza de vida libre de discapacidad, promover la independencia y mejorar la calidad de vida.
Otro pilar fundamental para lograr un envejecimiento sano es seguir una nutrición equilibrada con el apropiado aporte necesario de proteínas, por lo que el proyecto SPRINTT evaluará la efectividad sobre la función física de los participantes de un programa de ejercicio físico multicomponente y consejo nutricional, comparado con un programa de educación en envejecimiento saludable.
BÚSQUEDA DE VOLUNTARIOS
Los participantes en el estudio serán distribuidos al azar en dos grupos de intervención, siendo el primero un programa de educación en envejecimiento saludable basado en charlas participativas con el objetivo de fomentar el aprendizaje de estrategias, hábitos y cambios de comportamiento para mejorar la salud y mantener la calidad de vida (polifarmacia, actividades diarias, higiene, entrenamiento de capacidades cognitivas e introducción a las redes sociales).
El segundo es un programa de aumento de la capacidad funcional a través de entrenamiento aeróbico (caminar) y ejercicios de fuerza, flexibilidad y equilibrio, que se realiza dos días a la semana en el hospital (supervisado por un fisioterapeuta) y 3 ó 4 días en el domicilio de los participantes.
A este programa se añade, tras un estudio nutricional, un consejo nutricional en aquellos pacientes que lo precisan, para asegurar el adecuado aporte de proteínas.
Mediante el proyecto SPRINTT, por primera vez la Unión Europea apuesta por estrategias científicas concretas para luchar contra las principales consecuencias del envejecimiento no saludable y la mayoría de sus efectos discapacitantes, con el fin de garantizar la mayor independencia y una mayor calidad de vida en la edad avanzada.